miércoles, septiembre 09, 2009

el umbral de paco.

  • Camps, ¿jueces o enriqueces?
    Pensabais que os habíais librado de mi, ¿eh?. Lamentablemente todavía no. No falta mucho para que así sea, pero Zeus, el portador de la égida y acumulador de nubes todavía no ha decretado que os abandone, para desgracia vuestra.Cuando uno está cagando (cagar es sinónimo de pensar) es fácil colegir que el verano resulta propicio para que el personal aproveche los calores para defecar versos, que son también una forma de pensamiento, pero elevada (poesía para vencejos, poesía en el hayedo de Busmayor, ¡Poesía!: salga con la manos en alto...). De este modo, me vienen a la mollera unos inspirados e impagables versos de ese inimitable vate (r) que fue el Fary:
  • Me voy ‘pa’ la discoteca a buscar mi churifú;
    mirad si me pongo bien que creo que soy Kun Fú
    Lo mismo en Valladolid, Toledo que Salamanca,
    todo el mundo baila ya, al ritmo de la mandangaQue dame la mandanga y déjate de té.
    Dame chocolate que me ponga bien.
    Dame de la negra que hace buen olor,
    que con la maría vaya colocón”.
  • Ya el mismo Fary lo dijo en su día: un auténtico “melocotonazo”. ¡Cuantísima delicadeza!: una sapientísima síntesis intelectual de Pedro Salinas y Luis Cernuda. Bueno, pues así todo, y algunos con menos gracia, incluso.Como yo ya vaticiné, a Camps, ‘El Curita’, lo libraron del oprobio sus amigos jueces, y ahora los maledicentes le espetan a la jeta del honorable: ­­- Camps, ¿jueces o enriqueces?. Pero él calla como un puta.Ahora Camps (el rey del flux -traje-) anda enrocado, por la cosa del escándalo de los ternos, aunque espera, empero, resurgir de sus cenizas y de sus cenizos, porque ‘El Curita’ es un tío ‘preparao’ y luchador donde los haya (o roble), que nunca se da por vencido ni sucumbe al desaliento por muy hondo que sea el pozo donde ha caído, pues sabe bien que lo malo no es caer a un pozo, sino que te empiece a caer tierra encima.Por otro lado, la Santísima Trinidad Jiménez lidera en España la lucha contra la Gripe A, otro flux o bluff (‘tamiflux’), que es un magnífico negocio para las farmacéuticas. Con la caraja que tiene esta tía lo más probable es que acabe vacunando al ganado. Así podrá proclamar con orgullo: “yo vacuno al ganado vacuno”... o al porcino o al aviar (¡Dios mío, qué fauna!, ¡cuánto animal de corral!).La vuelta del verano sólo nos ha servido para constatar que España entera es una trama. Los bancos ya han salido de la crisis expoliando a los ciudadanos, el Gobierno pretende salir de la crisis y ganar las próximas elecciones expoliando a los ciudadanos y el PP está en plena crisis por culpa de una trama cuyo objetivo era expoliar a los ciudadanos. Lo del PP está jodido. Está tan jodido que el pobre ya sufre dolores de Cospedal, lo que demuestra que los registradores, los notarios, los jueces y los abogados del Estado no valen para la política, porque la gente desconfía de ellos y para eso no hay vacuna. Para estar en política hay que ser de natural trincón y porro (necio), porque, a fin de cuentas, esas características son un reflejo de la sociedad española, cuyos ciudadanos lo que quieren es forrarse a costa de los demás y restregarle el triunfo por la puta jeta al vecino mientras se gastan el dinero que no tiene presumiendo de coche, de casa o de palco en el Bernabéu. Aquí en Ponferrada se confirmaron los presagios más funestos:el alcalde López Riesco inauguró finalmente la réplica en bronce de la Victoria de Samotracia que, según él, representará a todas las víctimas de la violencia, de la intolerancia y hasta de la Exuperancia (Rapú). O sea, un verdadero engendro que tanto vale para las víctimas del franquismo, como para las de ETA, las de la violencia machista, las de los conductores borrachos, las de la guerra de Irak, las de la paz esté con vosotros, las de la Santa Inquisición y las de la propia victoria militar en honor de la que fue erigida la puta estatua que, sacada de contexto aquí en Ponferrada, no es más que una nueva cagarruta en esta ciudad, excremento que se suma a las abominables boñigas del Cine, de la Maternidad, de las Pimenteras y de los Donantes de Sangre, por citar sólo algunas.Todo este batiburrillo ‘victimista’ lo perpetra Riesco para no reconocer a las víctimas de la Guerra Civil, en consonancia con lo que le dicta su partido. Por si fuera poco cita a Gandhi y gilipolleces similares. Riesco, querido: aunque yo no pude constatarlo, porque hacía malo, dice la leyenda que desde el punto más alto de la isla de Samotracia se ve la llanura que rodea la ventosa Ilión (Troya), donde los argivos por un lado y los troyanos, los dárdanos y sus aliados, por otro, mataron y murieron sembrando la llanura de sangre, vísceras y heces. Esa violencia salvaje (avivada por los dioses, caprichosos asesinos despiadados) generó el mayor monumento literario y poético de la historia: “La cólera canta, oh diosa, del Pelida Aquiles / Maldita, que a los aqueos causó incontables males / y precipitó al Hades muchas valientes vidas / de héroes y a ellos mismos los hizo presa de los perros y de todas las aves / (y así se cumplía el plan de Zeus) desde que por primera vez se separaron tras haber reñido / el Atrida, soberano de hombres, y Aquiles, de la casta de Zeus”. Así que menos lobos, caperucito, y menos bobos sermones pacifistas, pues cuando respiras o cuando viajas a Madrid en coche oficial también mueren inocentes por tu culpa. Todos somos culpables aunque se demuestre lo contrario, y los políticos como tú, más. De modo que yo propongo que el horroroso monumento del mirador del río Sil se dedique a las víctimas de la victoria de Samotracia. No sería poco.
    PD. Adivinen quién dijo esta frase: “Urge la reforma de las Naciones Unidas y de la arquitectura financiera y económica global”. ¿Zapatero?, ¿Obama?, ¿Ban Ki-mon?, ¿Carla Bruni?, ¿El chocho de la Bernarda?. Frío, frío. Fue Benedictín, un tipo tan acabado como Solbes y casi igual de chocho. Como el consejero Villanueva, el papa Benedicto habla de economía, de matrimonio, de sexo y hasta de dios, como si supiera, pero es un mero espejismo (es un huevo colgando y otro lo mismo).