Álvaro Palacios, encandiló al auditorio por la pasión con la que vive el mundo del vino, este enólogo, de origen riojano, encontró en el Priorat un territorio muy peculiar donde volcar su pasión, sus conocimientos y su experiencia forjados a base de trabajar en la bodega familiar, estudiar enología en Burdeos y viajar por las regiones vinícolas más activas del mundo.
Hace unos años, animado por su sobrino Ricardo, los Palacios se interesaron por el Bierzo, una región muy singular, rodeada de montañas, situada en el noroeste de España. El Bierzo, reúne todas las condiciones para despertar el entusiasmo de Álvaro. "Es una zona de alta pluviometría (con índices de unos 900 mm anuales); llena de cepas viejas situadas en laderas abruptas de suelo arcilloso o pizarroso, que hay que trabajar con caballerías o a mano; con una variedad autóctona, la mencía, llena de potencial; un territorio que recuerda a las grandes zonas septentrionales vinícolas europeas". Además, el Bierzo está atravesado por el Camino de Santiago que, no casualmente, discurre por las regiones que han hecho del vino un culto: Borgoña, Burdeos, Alsacia, Rioja...
Hace unos años, animado por su sobrino Ricardo, los Palacios se interesaron por el Bierzo, una región muy singular, rodeada de montañas, situada en el noroeste de España. El Bierzo, reúne todas las condiciones para despertar el entusiasmo de Álvaro. "Es una zona de alta pluviometría (con índices de unos 900 mm anuales); llena de cepas viejas situadas en laderas abruptas de suelo arcilloso o pizarroso, que hay que trabajar con caballerías o a mano; con una variedad autóctona, la mencía, llena de potencial; un territorio que recuerda a las grandes zonas septentrionales vinícolas europeas". Además, el Bierzo está atravesado por el Camino de Santiago que, no casualmente, discurre por las regiones que han hecho del vino un culto: Borgoña, Burdeos, Alsacia, Rioja...
Álvaro Palacios, responsable junto a su sobrino Ricardo de una de las bodegas más prestigiosas de la DO Bierzo, radicada en Villafranca del Bierzo, asegura que el futuro del vino pasa por los cultivos ecológicos, algo que es incompatible con la presencia de una fuente de emisión de dioxinas y furanos, así como de otros peligrosos contaminantes que se producen como resultado de un proceso de coincineración de residuos como el que ya tiene autorizado Cosmos. El Bierzo es una zona que estamos saliendo con mucha fuerza al mercado internacional y no podemos permitir que proyectos como el de Cosmos arruinen todo el potencial. Ya estamos pagando un peaje con lo que tenemos, sin tener que aceptar nuevos proyectos que, como en el caso que nos ocupa, repercutirán en la calidad final del vino y la mala imagen que el cultivo en un sistema contaminado provoca en el consumidor, con la consiguiente pérdida de credibilidad del producto ecológico y de calidad”. Ver programa de las jornadas