viernes, noviembre 14, 2008

Crónica desde Balboa-

  • BUENAS VIBRACIONES
    X MAGOSTO CELTA
    6-7-8-9 NOVIEMBRE 2008

    Se celebraba la décima edición del MAGOSTO y con ella aparecía la incógnita: ¿Se mantendrá ese espíritu de encuentro en torno las castañas, las pallozas y la música de raíz y que ha sobrevivido en este pequeño pueblo con evidente limitada capacidad de acogida, entre turbulencias presupuestarias y cambios organizativos?Las primeras ediciones tuvieron un plantel artístico más que excelente y además los pocos magostos que se celebraban no ofrecían esa variedad musical. Fueron estupendos escaparates del estado de la música de raíces celtas. Como si de una maratoniana jam-session folk fuese, las veladas en las pallozas nos dieron oportunidad de contemplar “en caliente” a numerosos músicos empeñados en rescatar músicas de raíz para incorporarlas a nuestra cotidianeidad. Grandes ilustres desconocidos pero también referencias punteras como Budiño, Luar Na Lubre y hasta el mismísimo Hevia, que entonces había conseguido meter la gaita en las discotecas. Ahí fue decisiva la labor de Iñaki Peña y su Trébede en Radio3 que supo atraerlos hasta Balboa. Con la marcha de éste -y su asociación- el planteamiento tuvo que cambiar para sacarlo adelante. Los reducidos presupuestos municipales no podían ser tan atractivos para los grupos como la promoción que conseguían gracias a Trébede. Además la entrada se hizo gratuita. La oferta disminuyó notablemente en cuanto a cantidad de grupos, pero las ganas de tocar, la entrega de los artistas no cejaron un ápice. Todos los grupos que han participado han tenido en común la pasión por actuar en una palloza y vivir un ambiente donde lo orgánico, la música de raíz y el entorno inmediato se reúnen dando una combinación totalmente integrada. Año tras año un público diverso (modernos, hippies, parejas, grupos de amigos, alternativos varios…) pero que coincide en el respeto al medio y al pueblo y que se comporta ejemplarmente a lo largo de ¡un fin de semana!, se reúne para oír gaitas, tamboriles, acordeones, rabeles, panderetas… y sus apoyos eléctricos, en su caso, en un medio físico diferente y bello. Muchos se despiden hasta el año que viene. Y en esta ocasión también lo han hecho.
    Tras el aperitivo del primer día de los solventes maragatos L’ARCU LA VIEYA, el viernes empezó la fiesta con toda su intensidad con los sorprendentes gaiteros cartageneros CELTICUE. Incansables y ataviados con kilts escoceses a lo largo de todo el fin de semana, iniciaron su labor animadora demostrando que la saudade y los cielos nublados no son los únicos inspiradores de la gaita. Su repertorio clásico y atlántico de irreprochable factura inició el evento a lo grande y fueron numerosas sus participaciones en pasacalles y múltiples corros espontáneos que se formaban al margen de los escenarios oficiales a cualquier hora.
    La noche del viernes la prosiguió un grupo berciano que se está iniciando, pero de reputados integrantes: EL GARCIELO. Miembros de Antubel y Cachola Baleira pusieron la alegría de canciones populares que buscan la esencia de la música tradicional de baile. La numerosa banda ha de afirmarse pero la cosa promete y mucho.
    El sábado fue un día muy movido. Desde primera hora de la tarde se sucedieron las actuaciones. Se inició con el Homenaje a O FIANGUEIRO -un castaño de cerca de 600 años- donde la combinación de factores, ésa de la que hablábamos al principio, resultó magistral. La propuesta era subrayar la importancia cultural de la castaña: el primer motivo de la fiesta del Magosto. Ha alimentado generaciones de pobladores, ha ayudado a levantar pallozas y ha demostrado que la interacción humana puede ser positiva y equilibrada con el medio ambiente.
    El impresionante castaño, muy cerca del pueblo, aún estará sorprendido a su edad del cuadro allí montado para la ocasión: los niños del pueblo, algo más de una docena, representaron un breve texto que hacía referencia a lo comentado sobre el castaño, con el apoyo inestimable de un entorno privilegiado y la música de CELTICUE y las leonesas PANDERETERAS DE GRITSANDA. Lo dicho, el cuadro fue una entrañable invitación a la reflexión de todos, grandes y pequeños, sobre nuestro entorno.
    Las PANDERETERAS, nuevas en su lid, prosiguieron sus canciones en la Palloza y en el Molino, y pusieron muchas ganas en su rescate de la pandereta leonesa. A veces se apoyaban en el baile, otras en cedazos se grano que alzaban generando la música con los elementos mínimos, siempre con textos tradicionales sobre labores, molinos y maquilas,…
    A ellas las sucedió los “parateatreros” bercianos ESOS2 en el Molino que nos ofrecieron una divertida versión de la cochambrosa vida de unas no menos horripilantes meigas. Los imponentes maquillajes y un sugestivísimo atrezzo ayudaron a que sus sorprendentes golpes de efecto fueran en este caso directos al estómago.
    La noche la abrió el vibrante sonido del acordeón diatónico de Manolín DIATÓNIC. El lacianiego, arropado con guitarra, bajo y batería, puso a botar una palloza rebosante de personal que se dejaba llevar sin dificultad por un sonido que ponía alas a los pies. Su virtuosismo con el instrumento fue seguido sin pestañear por la numerosa concurrencia.
    Los maragatos NESS demostraron de manera contundente su aspiración roquera celta. Llegaron con facilidad a un público entregado que abarrotaba de nuevo el espacio. Buenos instrumentistas, no decepcionaron.
    Sorprendió después TONHITO de POY e RAZA LOBA a los que no conocían la labor de Heredeiros Da Cruz, no a sus fans. Todos disfrutaron de un artista completo que enriquece con su carisma un espectáculo coherente y divertido. El coruñés presentó un pop-rock muy personal en línea directa con el rock gallego de los 90 y demostró sus “tablas” en una puesta en escena expuesta y, sin embargo, simpática.
    El tañedor leonés de rabel JOSÉ FRANCISCO FERNÁNDEZ JUÁREZ fue el último de los artistas en actuar. El domingo por la tarde y con ayuda de pregrabaciones compuso un cuadro delicioso sobre el rabel. Un instrumento al que se ha empeñado en dar una nueva vida. Desgranando tonadas de la Montaña Oriental leonesa y alguna berciana, embelesó con la aparente modestia de su instrumento a un público regocijado en hallazgo de un instrumento tradicional que todavía tiene mucho que decirnos.
    El Magosto 2008 se cerró dejando buenísimas vibraciones a artistas y público y también a las gentes del pueblo, integrados en un entorno que sigue invitando a la buena sintonía.
    ARRANCADEIRA