(dedicado a mi compañero de aula y amigo de siempre Antonio González-Guerrero, "in memorian".)
No pronunciaré su nombre, todos le llamaban padre. Apellido vasco. Pequeño de estatura, nervudo, andar rápido, gafas oscuras, buen enseñante este personaje se convirtió en lo mejor y lo peor para muchos de los alumnos que inauguramos el recién construído instituto del Campo Bajo. En aquellos años todavía regía la norma de "la letra con sangre entra"... Es verdad que eramos unos "cafres" y que un poco de autoridad no venía mal. Sin embargo, el límite lo sobrepasó con creces en innumerables ocasiones. Sus clases eran de tres tipos: a) Las didácticas. b) Las lúdicas. c) Las terribles. ....
Son retratos de personajes e historias de Villafranca siempre trasmitidas verbalmente que José Luis pone sobre blanco y negro. Una galeria de escritos entrañables que forman parte de la historia no novelada de un pueblo de novelas.