miércoles, junio 03, 2009

La campaña mas somnolienta

Váyanse ¡¡¡ A CASCARLA… ¡¡¡.
José Luís García/ Nunca pensé que, ante unas elecciones, me invadiese el hastío que me está haciendo sufrir la clase política del país en estas últimas semanas. Desde el advenimiento de la democracia no había vivido unos comicios con menos interés que éstos del 7-J. Pongo la radio y me aburro… leo el periódico y sigo aburriéndome; enchufo el aparato de televisión y se me cae el alma a los pies.
A estas alturas, lo único en claro que he sacado de esta semana y media de campaña electoral es que los dos grandes partidos en liza han aparcado el debate de las ideas (ya no sólo sobre la construcción europea sino, incluso, sobre las líneas generales de sus políticas en España) para zurrarse la badana a base de polémicas inútiles y descalificaciones barriobajeras.
Han convertido el avión que traslada al presidente del gobierno en el tema de mayor calado de la primera semana de campaña, cuando resulta que ahí no hay polémica posible: todos los presidentes (incluido, por supuesto, José María Aznar) han utilizado aviones oficiales en sus traslados públicos, semipúblicos y privados. Deberían, pues, ser todos más prudentes con el dinero público que los españoles apoquinamos religiosamente con nuestros impuestos.
Este aparcamiento del debate de las ideas y centrar la campaña en la descalificación y el "tú más… pues anda que tú " por parte de los principales dirigentes del país (Rodríguez Zapatero y Rajoy) obedece, en mi opinión, a la necesidad que tienen ambos de ser respaldados por su electorado, más por lo visceral que por su pensamiento.
Rajoy intenta consolidarse ante las huestes críticas de su partido movilizando a un electorado ya de por sí fiel que igual votaría al Parlamento Europeo que la independencia de Osetia del Norte. De los resultados de la votación del próximo domingo depende, en buena medida, su estabilidad en el sillón de la sede de Génova y , consecuentemente, su candidatura a las próximas elecciones generales.
Rodríguez Zapatero, al contrario que Rajoy, tiene que redoblar, por una parte, los esfuerzos para intentar llevar a las urnas a sus potenciales votantes, muchos de los cuales están claramente desmovilizados –solo hay que observar las últimas encuestas de intención de voto- y, por otra parte, no por cierto menos importante, pretende con un buen resultado "salvar los muebles" y lavar los errores de una crisis económica, y social, que le estalló en su cara de optimista nato (acaso por no querer ver la realidad pregonada a coro durante meses por muchos o, quizás también, por pisar mucha moqueta aduladora y poca calle real).
Y como a toda campaña no le falta una frase, me quedo con una de la patética Leire Pajín, omnipresente en los telediarios de mediodía leyendo un cartón como un papagayo, que hoy se ha desmarcado con la siguiente frase: " Es histórico para el planeta que Zapatero y Obama lideren al tiempo". Ahí queda eso…con un par.
Termino ya haciendo mención a una cuestión política entre bambalinas y que iremos observando en los próximos meses: el silencioso acercamiento estratégico que están teniendo el PP y el PNV, dos enemigos aparentemente irreconciliables durante años que, después de desearse lo peor de lo peor, ahora hacen "manitas" por debajo de la mesa. Me explico: el PP, en su intención de aislar en el parlamento al PSOE, habla y consulta con el PNV, despechado y desbancado del poder por los socialistas en el País Vasco, todas aquellas iniciativas legislativas que puedan poner en un aprieto al gobierno. Tal es así, que el otro día, en una declaración que pasó prácticamente desapercibida, un alto dirigente del PNV llegó a afirmar: "El PP nos ha demostrado que es un socio de fiar, no como los socialistas". "Así es la política", dirán algunos. .. . "Incomprensible para buena parte de los ciudadanos", añado yo.