miércoles, julio 23, 2008

Yo me acuso-

  • Santiago Macías en "pasaba por aquí" y miradas3 opinión:
    Una de las escenas más emocionantes de la historia del cine es aquélla en la que varios centuriones romanos tratan de identificar, de entre un grupo de presos, al cabecilla de una rebelión de gladiadores contra el imperio, llamado Espartaco: Pero uno a uno, los detenidos se levantan identificándose como tal, demostrando que cualquiera de ellos hubiera podido liderar un levantamiento contra la esclavitud.Isabel Fernández, teniente de alcalde de Pedro Bernardo, en Ávila, es la precursora de una medida aprobada en un Pleno municipal que obligaba a retirar una placa franquista de la iglesia de la localidad. La ejecución del mandato, que no hacía más que cumplir la ley, fue abortada en dos ocasiones por la ultraderecha local, con el párroco al frente.La dictadura obligó a los ayuntamientos a colocar placas de homenaje a los muertos del bando franquista en las paredes de las iglesias, al margen de sus inquilinos, aunque a decir verdad éstos no pusieron traba alguna, sino todo lo contrario. Hoy, sin embargo, su postura es bien distinta: El Obispado de Ávila emprenderá acciones legales contra lo que considera un “atropello”, un término que la curia abulense jamás aplicó a la situación de agravio previa a la destrucción de la placa.Que haya que regular la retirada de símbolos de una dictadura, pasados más de treinta años desde su final, no es un buen síntoma democrático. Si la denuncia de los obispos abulenses sigue adelante, Isabel Fernández tendrá que sentarse ante un tribunal por haberse limitado a cumplir con su obligación. Quizá entonces se repita la escena de aquella película de Stanley Kubrick, justo en el momento en el que el juez pregunte por el promotor de la iniciativa.