José Luís, garciaberciano, continua dando vida a personajes y llenando de anécdotas el blog miradas3-retratos de una epoca; En este caso nos deja un entrañable relato acerca de algunos de los muchos remedios caseros utilizados en épocas pasadas para solventar la falta de medios sobre todo en los núcleos un tanto aislados.
Por cierto, José Luís debe de estar calentando articulaciones porque este fin de semana se viene de Madrid para empezar el Camino de Santiago desde Villafranca, así que le ponemos deberes y esperamos que venga armado de lápiz y libreta para escribir y publicar sus crónicas del camino .
- Hortigas y Pulmonía
A comienzos de los años 40, las dificultades para conseguir penicilina eran enormes, al menos en el Bierzo.
En un frío invierno con muchísima nieve, mi tio Segundo cogió una pulmonía doble. Bajó andando desde Villagroy, la aldea donde vivía, hasta Villafranca para visitar a don Genadio, el médico.
Éste, a su vez, se encontraba enfermo por lo que no pudo atenderlo.
Triste, con fiebre y una tiritona de no te menees, Segundo cogió el camino de vuelta a casa sin dejar de reponer fuerzas en una de las cantinas de la villa, la del "Manco" en el Otro Lado.
Allí, entre vaso y vaso, se encontró con un amigo de Cadafresnas que, al verlo con tal mal aspecto, le preguntó que le pasada. El le respondió que tenía mucho catarro, expectoraba con un poco de sangre todo el día (desconocía lo de la pulmonía), con fiebre alta y una tiritona continua.
Su amigo le comentó que él utilizaba un remedio para los catarros fuertes que le iba muy bien: una infusión con hojas de hortiga.
Paso a paso volvió camino de la aldea rumiando el remedio de su amigo.
"si éste cura los catarros con hortigas... pues yo también", se dijo. Y antes de llegar a casa, fué recogiendo por el camino, en un saco, todas las ramas de hortigas que fue encontrando.
Cuando llegó y después de contarle su fallida visita al médico le dijo a mi tía Pilar:
-Me voy a la habitación. coge un paño y ven.
Cuando entró en la habitación, Pilar se encontró encima de la cama, en pelota picada, a mi tío:
-Pero ¿que haces, Segundo? [+ en retratos de una época]