Los pescadores del Burbia advierten de que las aves procedentes de la costa, donde ya no encuentran alimento, están acabando con las truchas del río. La Junta descarta, sin embargo, que sean un riesgo. DL
«El año pasado dormían cerca de la presa del Pelgo. Este año se han trasladado, pero los seguimos viendo», asegura el responsable de la sociedad de pesca, Alberto González. Desde la Junta, sin embargo, se resta trascendencia a la presencia de cormoranes. El jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Luis Blanco, asegura que otros ríos de León ya reciben a las aves sin que se pueda considerar un problema grave. Blanco recuerda además que el cormorán es una especie protegida por la Unión Europea y sólo se podrían organizar batidas en casos excepcionales. En la Sociedad de Pesca, Alberto González entiende que el del cormorán sólo es el último mal que se abate sobre el Burbia. «En realidad hacemos más daño los pescadores, cuando se rechaza la pesca sin muerte, y los Ayuntamientos con los vertidos», reconoce haciendo autocrítica. DL