El PP denuncia que la escasa anchura de algunos viales puede causar problemas en entierros y procesiones
Paula Díaz corresponsal villafranca
El PP de Villafranca denunció que las obras de urbanización del entorno de la Colegiata no se están realizando de acuerdo con el proyecto y advierte que la actual ejecución puede acusar problemas en el futuro. Así lo explicó el portavoz de los populares, Agustín García Millán, quien explicó que el proyecto contempla una anchura en los viales de tres metros y seis en la fachada, con la apreciación de un radio uniforme en el giro de las curvas, mientras que in situ la anchura de dichos viales se reduce a poco más de dos metros en algunos tramos y a cuatro en la fachada y los giros en las esquinas «no mantienen un radio uniforme que permita la adecuada maniobra de los vehículos que accedan» a la puerta principal, tal como se «pudo observar en los últimos actos religiosos fúnebres». Del mismo modo, advirtió que, dada la altura de los tejados y los aleros de la Colegiata, el canto rodado «no es el material más adecuado para la canaleta de agua», tal y como se ha podido comprobar en otras obras. No obstante, García Millán considera que aun se está a tiempo de rectificar, adecuar bien el entorno y cumplir con el proyecto. Asimismo, defiende que la «limitación de acceso de vehículos puede realizarse por otros medios y no con una actuación pobre y en perjuicio de las personas que acudan a la parroquia, donde tienen lugar los actos sociales y religiosos más importantes de la villa».
Paula Díaz corresponsal villafranca
El PP de Villafranca denunció que las obras de urbanización del entorno de la Colegiata no se están realizando de acuerdo con el proyecto y advierte que la actual ejecución puede acusar problemas en el futuro. Así lo explicó el portavoz de los populares, Agustín García Millán, quien explicó que el proyecto contempla una anchura en los viales de tres metros y seis en la fachada, con la apreciación de un radio uniforme en el giro de las curvas, mientras que in situ la anchura de dichos viales se reduce a poco más de dos metros en algunos tramos y a cuatro en la fachada y los giros en las esquinas «no mantienen un radio uniforme que permita la adecuada maniobra de los vehículos que accedan» a la puerta principal, tal como se «pudo observar en los últimos actos religiosos fúnebres». Del mismo modo, advirtió que, dada la altura de los tejados y los aleros de la Colegiata, el canto rodado «no es el material más adecuado para la canaleta de agua», tal y como se ha podido comprobar en otras obras. No obstante, García Millán considera que aun se está a tiempo de rectificar, adecuar bien el entorno y cumplir con el proyecto. Asimismo, defiende que la «limitación de acceso de vehículos puede realizarse por otros medios y no con una actuación pobre y en perjuicio de las personas que acudan a la parroquia, donde tienen lugar los actos sociales y religiosos más importantes de la villa».