(Por los amigos de "A Morteira")
El medio natural de esta zona, atesora una enorme riqueza y diversidad debido a su situación en la confluencia de dos regiones biogeográficas que aquí se entremezclan armónicamente, la eurosiberiana, simbolizada por las lluvias atlánticas, las brumas, los robles, abedules y acebos y la mediterránea, más cálida y seca, en la que reinan las encinas, alcornoques y madroños. Desde las frías y escarpadas cumbres de Pedra Cabalar, Pena Rubia, Tres Obispos y Corno Maldito hasta las suaves colinas de viñedos, a través de los distintos pisos bioclimáticos, el paisaje se va transformando con sorprendente naturalidad. Tierras de montaña, de verdes valles y cristalinos ríos, arroyos y fuentes, que constituyen un conjunto paisajístico, botánico, fáustico y humano de enorme riqueza y atractivo. El secular aislamiento y la voluntad de sus gentes, han mantenido relativamente intactos unos ecosistemas naturales, bellos, diversos y un patrimonio arquitectónico y cultural único. Bosques de ribera que se mezclan en armonía con los aprovechamientos humanos tradicionales. Encinares y alcornocales en los que se sigue aprovechando el corcho. Viejos y primigenios bosques “morteiras" en las cabeceras de los valles, sustentando un impresionante tesoro biológico..........
El medio natural de esta zona, atesora una enorme riqueza y diversidad debido a su situación en la confluencia de dos regiones biogeográficas que aquí se entremezclan armónicamente, la eurosiberiana, simbolizada por las lluvias atlánticas, las brumas, los robles, abedules y acebos y la mediterránea, más cálida y seca, en la que reinan las encinas, alcornoques y madroños. Desde las frías y escarpadas cumbres de Pedra Cabalar, Pena Rubia, Tres Obispos y Corno Maldito hasta las suaves colinas de viñedos, a través de los distintos pisos bioclimáticos, el paisaje se va transformando con sorprendente naturalidad. Tierras de montaña, de verdes valles y cristalinos ríos, arroyos y fuentes, que constituyen un conjunto paisajístico, botánico, fáustico y humano de enorme riqueza y atractivo. El secular aislamiento y la voluntad de sus gentes, han mantenido relativamente intactos unos ecosistemas naturales, bellos, diversos y un patrimonio arquitectónico y cultural único. Bosques de ribera que se mezclan en armonía con los aprovechamientos humanos tradicionales. Encinares y alcornocales en los que se sigue aprovechando el corcho. Viejos y primigenios bosques “morteiras" en las cabeceras de los valles, sustentando un impresionante tesoro biológico..........
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