lunes, octubre 29, 2007

Depredadores de truchas

Solo es uno de los motivos para el descenso de la pesca pero sin duda está entre los principales: Una enorme colonia de cormoranes ha encontrado comida y tranquilidad en el río Burbia.
La invasión de los cormoranes
Los pescadores del Burbia advierten de que las aves procedentes de la costa, donde ya no encuentran alimento, están acabando con las truchas del río. La Junta descarta, sin embargo, que sean un riesgo. DL
Pueden zambullirse en el mar durante más de un minuto y llegar a los diez metros de profundidad en busca de peces. Pero la falta de alimento en la costa los está llevando hasta el interior de ríos como el Burbia, donde los pescadores ya están alertando del descenso de truchas. Son los cormoranes, una especie de aves acuáticas que está desplazando su hábitat debido al agotamiento de los caladeros y a la contaminación y que para sorpresa de la Sociedad de Pesca Burbia han alcanzado el río berciano en sus vuelos y después de dos temporadas, amenaza con quedarse.

«El año pasado dormían cerca de la presa del Pelgo. Este año se han trasladado, pero los seguimos viendo», asegura el responsable de la sociedad de pesca, Alberto González. Desde la Junta, sin embargo, se resta trascendencia a la presencia de cormoranes. El jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Luis Blanco, asegura que otros ríos de León ya reciben a las aves sin que se pueda considerar un problema grave. Blanco recuerda además que el cormorán es una especie protegida por la Unión Europea y sólo se podrían organizar batidas en casos excepcionales. En la Sociedad de Pesca, Alberto González entiende que el del cormorán sólo es el último mal que se abate sobre el Burbia. «En realidad hacemos más daño los pescadores, cuando se rechaza la pesca sin muerte, y los Ayuntamientos con los vertidos», reconoce haciendo autocrítica. DL